Ya no es mas mía
mi boca
despojándome
la tuya que la provoca.
Le pregunté de quien era
y para mi gran sorpresa
contestó que no era mía.
Extasiados se han quedado
estos labios desde el día
cuando atrevidos los tuyos
sin permiso en osadía
se estacionaron en ella.
Te sugiero ir repensando
que harás con mi anatomía
o me devuelves la boca
o me haces tuya alma mía.
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