El día y la hora convenidos
se encontraron nuestras almas,
perdimos la calma!
Jugamos a ser libres
pero estamos presos!
las rejas que nos encierran solo se rompen,
cuando nuestros labios se unen
y se atragantan de besos.
El candado solo se abre
cuando tus manos me acarician
y llegas hasta mis entrañas
con dulce embeleso.
Y estamos encadenados,
por los más íntimos secretos
que noche a noche
nos confesamos,
solo esperando cumplir
con la cadena perpetua
a la que por nuestro divino encuentro
hemos sido condenados.........!
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