
creando barreras entre tú y yo,
mientras tejo poemas de penas…de alegrías…
Te espero en mis pupilas, en mi cuerpo, en mi alma,
te esperaré en esta cama, donde hay una mujer que te ama,
que muere cuando nace el sol…
y duerme pensando verte en la madrugada.
Aguardaré paciente en el sendero,
que amante vuelvas a tocar mi puerta,
pero... no vengas,
porque lo que yo quiero realmente es esperarte.
El viento me habla de ti, me acaricia la piel,
me cuchichea al oído…
dejando algo invisible que nos sigue envolviendo
y como sombra pegada nos acompaña
como agua azul que no se evapora.
Te espero aquí, presta a cualquier juego prohibido,
“desnúdate” me dices, quieres ver mis rasgos naturales,
y me siento en tu tacto, revestida de tu aroma,
de tus temblores...
Despreciando la lógica, se muere mi coherencia,
me ato a ti, yaciendo inmóvil, mientras tú,
perdido en los rincones de mi cuerpo,
arropando la pasión que duerme en estas sábanas…
Somos más nosotros que nunca.
Sensual, desafiante, muy mujer, muy loca, y tan tuya…
que aunque alguien te esperara esta noche…
no te irás, hasta que yo no te deje ir,
porque no soy buena en eso de compartir amor...

No hay comentarios:
Publicar un comentario